lunes, 19 de noviembre de 2007

Praga, 16/11/07

Hoy ha sido dia consumista. Puesto que Pilar se ha ido de excursion con Theachers looking for Znojmo , yo he andado todo el dia como una rata callejera.

Me baje en el 5 (pero pongo una foto del 9) hasta la plaza de la Republica (tanto rey y tanto imperio para acabar siendo una republica. Pero bueno. Otros ya quisieran)

Mi intencion era ver unos grandes almacenes muy iluminados, que resulto ser un Shopping Center impresionante, tanto por el tipo de tiendas como por el aspecto y las dimensiones.

Me fui de alli cagando leches, total, todo lo que habia alli esta en todas partes del mundo. No olvidemos que no soy Viky Beckam, ni Paris Hilton, ni Anita la terrible.

En mi precipitada huida perdi un guante que amablemente me trajo un perro tuerto. Otros pierden la cabeza y no se la trae nadie.

Andando andando, llegué a una gran biblioteca. Curioso.

Habían hecho una columna de libros con una gran ranura. Supongo que será una alegoría del parto de la sabiduría -que está en los libros- Impresionante lo grande que era la biblioteca, lo cuidada que estaba y lo exquisito del silencio.

Me dirigi hacia la zona turistica.

Pasé por debajo de un individuo agarrado a una viga. Esperé por ver si ya estaba maduro y caía. En vano, pues era una estatua. Moderna, al parecer.

Me encontré con un señor español perdido, que me preguntó como se iba al puente de Carlos. Creo que le dí mal las indicaciones, pero no estoy seguro. Pobre. Lo habrá absorbido el vórtice de Praga y permanecerá girando en él por toda la eternidad..

LLegué al reloj astronomico. Bajo el se hallaba congregada una multitud papando moscas (esto es, mirando para arriba con la boca abierta) A Dios gracias, no hay moscas en Praga en esta epoca del año.

De repente, dieron las 10. El unico que se sorprendio fui yo, que pense que era tarde. La gente empezo a hacer fotos como energumenos y a gorgear regocijados.

Resulta que a las en punto, se asoman personajes (de madera) por una ventanitas ad hoc que se abren por arriba del reloj. Creo que estaba Don Quijote, o al menos se lo parecia. Bueno, Don Quijote no sería, pues creo que no era uno de los 12 apóstoles.

Vaya! Asi que eso era lo que esperaba la gente... Mas vale llegar a tiempo que esperar dos años (una hora en este caso).

Huí de la masa enardecida por las grandes hazañas de la mecanica que habian presenciado y como me sentia debil y aterido (aterecido por la relente, vamos) me meti en un garito algo peculiar.

Peculiar sería, pero me tome un grog (bebida de piratas y marinos britanicos, que viene a ser lo mismo) que se caga la perra, vamos que me puso las pilas al momento. Asi conquisto Inglaterra los mares: a base del Grog y el latigo de siete colas.

Con intenciones menos imperialistas que la muy pérfida Albión, me fui al TESCO. Alli encontre lo que buscaba. ¡Si es que no hay nada como un cortingles, coño!.

Tambien entré en otra libreria. En Prga las hay a patadas.

Que pena no saber checo. Que pena no saber todos los idiomas del mundo

Animado por los exitos (y el grog, claro...) "Rule Britannia over the seas..." Cantaba yo mientras navega -con 100 cañones por Banda- por la Vaclavska, en direcion al museo, pues a su vera sale la calle en la que deberia estar Radio Praga.

Siguiendo los ruegos de mi hermano, me dirigia yo a la sede de la emisora que escuchabamos por onda corta cuando eramos adolescentes y no existia internet (de esto viene nuestro particular cariño y conocimiento por esta ciudad y este pais).

Bueno pues el numero 12 estaba cerrado al publico porque estaban reformando completamente el edificio.

Esta zona, es de oficinas y no de turisteo, asi que decidi comer por aqui. El restaurante era guapo y me trataron bien.


Luego, pasee hasta el nueve y que me llevo al hotel, a escribir mis blogs atrasados, aprovechando que tenia libre el ordenador [;)] .

A eso de las seis, salí, a ver si hacía unas fotos nocturnas. El primer tranvía que llegó, era el ...9


La verdad es que me pegué una caminata de órdago, pues anduve por todas partes. El centro, Malal Strana, Josefov ...

He
descubierto que el río tiene más tráfico de noche que día.

Navegaban grandes barcos restaurante dando románticos paseos al son de orquestas.

Hay al menos uno de ellos el "Vysherad" que funciona con ruedas de paletas laterales.

Praga, un viernes por la noche, esta lleno de restau
rantes con mesas adornadas con velitas. Y con parejas cenando. Muy enamorados todos. Muy romántico todo.

No vayas a Praga sin pareja o te deprimirás terriblemente.
Creo que ya no es París la citè de l'amour

Yo, como tenia a Pilar en la excursión de Teachers looking for Znjomo, me sentía sólo y depauperado, así que opté por llevarme a mí mismo al hotel y comprarme la cena por el camino.

Tal era mi desazón que cogí el 5, pero antes me tome la ultima supercerveza checa en un garito -sin parejitas haciéndose arrumacos, por supuesto- para despedirme de esta ciudad.

Adios! Praga Adios!, volveremos... Pero esta vez con María, que se ha quedado con las ganas...


viernes, 16 de noviembre de 2007

Praga, 15-11-07

Aterricé en la Vaclav saltando desde la plataforma del nueve. Neviscaba y hacía mucho frío. Yo quería comprar una cámara checa que había visto días antes. Como era pronto y aun no habían sacado a los turistas a pastar me confvndí entre los praguenses que iban a svs cosas.

Con ésta cobertura, logré encontrar la callecita y la tienda. Toda la vida detrás de una cámara de éstas y la voy a encontrar cuando la digitalídad nos ha invadido. No importa, es barata y es pa mí pa siempre.

Como hoy quiero deambular por Vyserad y Novo Mesto, me voy a Mala Strana, que está al otro lado del río. Esto, que parece absurdo, resulta que lo es. O igual no, si te importa tanto como el destino, el recorrido. Así que voy río arriba por Smichov (primero por calles secundarias luego por la orilla del río).

En Praga todavían quedan funcionando los legendarios Skoda 120 y 105. La verdad es que eran unos vehículos muy robustos.

Como el Valtava es un río como Dios manda, resulta que hay unas esclusas para el tránsito de barcos, con una torre de control y todo. Lo que no parecía es que hubiera mucho tráfico fluvial. ¡mejor para los peces!

Al otro lado del río (Novo Mesto) se veía un edificio muy peculiar: the dancing building. A mi me parece mas bien una casa con faldas (y a lo loco). Es la muestra de arquitectura de vanguardia que hace viva una ciudad. ¡No va a ser todo antiguo, coño! Había unos tíos limpiando los cristales colgados de cuerdas, talmente parecía que estuvieran escalando las cascadas heladas del Eiger.

Como crucé el río nadando -ni de coña- decidí que tenía que encontrar un café para entrar en calor. En una calle de esas, encontré un minicafé (realmente era como el salón de mi casa). El café servía tambien como mini galería de arte. Pedí un té. El camarero -que no obstante era muy alto- me sacó una especie de bandeja compartimentada con muchísimas clases diferentes de té. Qué curioso, en España, si te dan a elegir entre dos clases, te puedes dar con un canto en los dientes.

Una vez que mis orejas dejaron de vibrar y de resplandecer en rojo ígneo, abandoné el mini-café, en dirección Vysherad.

Andando, llegué al jardín botánico. Es pequeño, comparado con el de Madrid, pero tiene una enorme vitalídad. Había un montón de gente trabajando la tierra, colocando protecciones...los mecanicos del jardin botanico, vamos. Un caos, pero con fundamento.

Siguiendo los carteles callejeros y orientãndome por las estrellas, ya qve el sol no se veía por las muchas y espesas nubes y se me habia perdido la brujula mientras nadaba en el rio, llegué a Vysherad. Resulta que el tal lugar resulta ser un baluarte o fortaleza con iglesias dentro. Bueno, y monasterios, un cementerio - para que todo quede en casa- y muchos parques y caminos.

Para llegar hasta la fortaleza hay que subir una cuesta de las de las mozas de Villalpando. Es lógico (lo de las cuestas empinadas, no lo de las mozas villalpandensis), en caso de ataque. Cuanto mas cansado lleque el enemigo, pues mejor. Así que ale! a poner cuestas defensivas, para que los malos lleguen ya medio muertos y asi ahorrar en balas (esto parece un comentario propio del bravo soldado Schweij... o de Gila).

Por la muralla se puede circunvalar -que no circuncidar- la fortaleza. La altura con respecto al entorno es fantástica y ves -cual diablo Cojuelo- los tejados de Praga, y ademas dominas una gran parte del río. La iglesia gótica es espectacular por dentro. Está toda pintada polícroma y dorada. En el frontal hay mosaicos de colores muy vivos.

El cementerio es muy decimonónico. Parece un poco el jardín de Drácula, pero está mvy cuidado y en uso (estaban cavando una tumba). Aqui está la tumba de Dvorak.

Cantando las loas a Vysherad (marco incomparable de sin par encrucijada de razas y vademecum sin igual de crisoles recalcitrantes y caminos resbaladizos) convencí a Pilar para que aprovechando un hueco libre que tenian en el curso euro-peo, dieran un salto cuantico hasta aqui. Con la ayuda de dos tranvias lo hicieron posible -naturalmente el 9 era uno de ellos, y de todos es sabido que viaja a la velocidad de la luz- y anduvimos a ritmo de legionario por el baluarte. (A destacar que no ibamos cantando «soy el novio de la muerte...» ni nada de eso, si no que lo recorrimos a gran velocidad, ya que el tiempo que tenian era poco y no nos quedaba ni para cantar canciones populares).

Hay unas curiosas microiglesias romanicas en Praga, que se llaman «rotondas» pues son de planta redonda, con un pequeño abside, y a parte del cura y el monaguillo no creo que quepa mucha mas gente. Igual alguna beata que no sea muy gorda, pero no mas. Da la sensacion de que los checos no eran ni aun en la atiguedad cristianos muy practicantes, y de ahi tanta herejia y tanto mandar a los obispos a hacer puenting en el Karluv Most. Pero igual es una muestra mas de su inteligencia.. Bueno, pues la rotonda de Vysherad es muy bucolica y pastoril, pues esta en un parque de fresca y jugosa hierba en la que solo triscaba un gato atigrado y gooordo.

Visherad es en si mismo un gran parque amurallado, con algunos edificios dispersos.

Circundando (insisto, no circuncidando) el baluarte, tambien se alcanza a ver la Praga no historica: la zona industrial de la otra ribera, barriadas obreras, la chimenea de una central termica... Pero tambien se ve desde aqui la ciudad vieja, el castillo... Lo moderno y lo antiguo, la ciudad que late y las piedras muertas (pero poco)..

Si Vysherad representa la esencia de Praga, el amor lo representa la foto que hice sobre la muralla. Creo que, de mayores a todos nos gustaria ser como ellos, aunque no sea en Praga.

Corriendo, corriendo, huimos de Vysherad como un ejercito en retirada. Cuesta abajo, es mas facil ser cobarde que cuesta arriba, creo. Y repito mis alabanzas al los tranvias de Praga: El Intereuropean Teachers Group (fraccion independiente) llego a tiempo a su reunion y todo.

Yo, tenia que comer. Entre en un restaurante de barrio con bastante buena pinta. Comi «delicias moravas» que es un plato a base de diversas carnes de cerdo. Lo curioso es que entre la guarnicion, sobre la salsa, te colocan una rebanadas de pan poco cocido, que vas cortando con el cuchillo y mojando. Esta bueno. Probe tambien el vino moravo tinto. Oscuro rubi y fuerte, pero me da la impresion de que le deben añadir algo de azucar o melaza para la fermentacion. Ya me enterare. En resumen, Bien.

La noche anterior, estuvimos con el grupo docente internacional (belga, austrico, britanico, turco, griego y español y tambien etruscogodosefardi) en el cafe del hotel Universal. Es un cafe decorado en estilo Art Noveau, muy año 1900. Por lo visto es una «especie protegida» por la UNESCO. Se dice que la decoracion del Titanic, tuvo a este cafe como modelo.

Habia piano en directo. Tocaba un señor con pinta de gentleman, temas clasicos, valses... En la mesa de al lado teniamos una especie de excentrico personaje, un santon melenudo, pelo y barba blancos, vestido de negro (de color negro) que no dejaba de incordiarnos en un idioma incomprensible mientras Bebia vino. Creemos que queria ser ingles, pero no estamos nuy seguros.

Cuando el pianista se retiro a descansar, el sujeto incomprensible se sento al piano y empezo a tocar rythm n blues. Bueno, el borracho este... Ahora es cuando le sacan los camareros a tomar el fresco...

Pues mira, no lo hacr mal... Era bueno el tio. Ahora, mas que un santon ya me parecia el Dr. John.

Resulta que era tambien de la casa. Tienen dos pianistas. Vaya por Dios.

Eso si, el tio tenia pinta de borracho y ademas, lo era. De todas formas, los músicos de blues, suelen tener detras una historia....o mas.

Volvimos al hotel en el 9, por si alguien lo dudaba.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Praga 14-11-07

Hoy, nieve. Los coches qve vienen de las afueras traen los capós blancos. En la city no está cuajando. Me voy a la catedral de San Vito. Cojo el 9 -es mi tranvía comodín y comodón, pues está a la puerta del hotel-. Por una vez no me bajo en la Jidrinsska, si no que sigo hasta Mustek. Allí cojo el metro hasta Hdranska (o algo así).

Se supone que es la estación del castillo de Praga, pero yo no veo ni castillo ni nada, pues como nieva, el aire está turbio. Echo a andar en la dirección que Dios (Deo gratias) me da a entender y con la inestimable colaboración del hombre de las nieves praguense, llego al castillo. Allí me encuentro con Pilar y su grupo.

Castillo, lo qve se dice castillo... No es. Es más bien un concepto metafísico, pues no hay almenas ni torreones. Se trata de un recinto cerrado (no exactamente amurallado) en el qve se concentran palacios (reales y/o imperiales), la susodicha catedral de S. Vito y otras dependencias del gobierno del país, con soldaditos que hacen cambios de guardia y cosas de esas.

Esta catedral de S. Vito -santo conocido en España mas que nada por sus agitadas coreografías- es gótica y tiene unas curiosas vidrieras. A pesar de su evidente goticidad tiene un sin fin de horrores barrocos. Por ejemplo, 2.000 kg. de plata (de la buena, no de la que cagó la gata) para el sepulcro de S.Juán Nepomuceno (o Nepomuk que mola mas).

No es muy difícil imaqinarse semejante Horror. En España tenemos muchos así. Habrá a quien le guste. No lo he sacado en foto por miedo a que explotara la cámara.

Curiosidad: en esta catedral hay un español enterrado y una lápida que hace referencia otro. El difunto es un caballero toledano que no sé que coño hacía por estos lares y la lápida parece que hace referencia a algún hecho o deshecho del legendario Marqués de Spinola que tantas glorias dio a los Austria en Flandes, Italia... (y tan mal se las pagaron). Allá donde veas una cruz de Santiago, es que hay un militar hispano anexo a ella.

También aprendí que los checos han tenido por costumbre defenestrar a sus gobernantes y obispos, pero de manera que parezca un accidente, o sea, patas arriba por la ventana más alta. ¿Sería para no causar alarma social? Cuando no tenían ventana a mano, pues lo tiraban por el puente. Por tirar, que no quede.

Bajando hacia la orilla del río, el líder del grupo (parecía el tío un abanderado del ejército bolchevique, con el paraguas rojo en ristre todo el día) nos llevó al Metro. Al lado de la estación había un parque (en realidad, Praga es un parque con una ciudad incrustada en él). Vi una pintada. Tenía rimas y métrica, luego debe ser una poesía. Ignoro que pone. Si canta al amor o a la muerte. Por si alguien la quiere traducir, ahí la pongo.

Bajamos en la parada de Mustek -ya se ve qve soy un precursor- y nos enseñó curiosidades del centro. Tal y como se
ve en la foto, el tal San Juan Nepomuceno, perdió la cabeza... pero no la aureola de santidad. Mucho santo este Nepomuk...

También entramos en una antigua galeria comercial que se llamaba Tesla, como el científico del magnetismo, que era checo. Aparte de la vidriera corporativa, que es muy hermosa, vimos una curiosa muestra de arte provocativo de vanguardia, una estatua de San wescenlao a caballo, pero con el caballo colgando de las patas.

Luego les llegó la hora a los del grupo de regresar a sus obligaciones. Creo que hubieran preferido quedarse conmigo, de paseo por la ciudad. Pobres, pero bienaventurados los que sufren...

En mi soledad, decidí ir a Mala Strana a comprar las partituras del encargo de ayer. ¿Que tranvía cogí? Sí, el 9.

Hice el mandado mientras un melenudo tocaba un blues en la tienda. No se... para mí que un blues cantado en checo, como que... no es lo mismo.

Comí - y escribí esto- en un restaurante que había enfrente. Amabilísimos los camareros.-Nótese qve no era un antro de turistas, si no de indígenas nativos de Bohemia y Moravia -.

Después de tomar un té japonés -lo juro- y disfrutar de una interesante sobremesa conmigo mismo viendo por la ventana cómo nevaba, me lancé a la calle con dos objetivos. El uno, ver unos canales paralelos al río qve eran nada menos que la Venecia de Praga. Y el otro, subir en el funicular a Petrin, para ver qué hay allá arriba.

Vi un canal. No había góndolas, sin embargo nevaba sin parar. He oído que en Venecia, a veces también nieva. Hasta ahí el parecido. Había un edificio restaurado con una rueda de paletas adosada. Supongo que seria uno de los antiguos molinos de Praga, pues estas gentes comían pan ya en tiempos del rey Carolo.

Como al lado del río hacía mucho frío, decidí subir al Petrin, donde hacía mucho mas.

Encima de la estación de funicular, hay un parque enorme, con un puente que cruza por encima de las vías. Estando yo allí haciendo una foto vi venir tres presuntos perros ladrando hacia mí a toda la velocidad que les daban sus patitas caninas. Primero pensé ¿serán galgos o podencos? Luego como vi que se me acercaban: ¿me querrán devorar crudo?

Pero, en visto más de cerca, resultó qve el primer presunto perro era ¡una (grande) liebre!. ¡pues si que corría, mismamente como una liebre! Así que como para echarle un galgo.

La fauna checa se perdió entre los flora también checa y yo me subí al funicular.

Este vehículo sube una cuesta de unos 1000 m de largo y tiene una parada intermedia. El desnivel que salva debe ser de unos 400 m.

Arriba era otro mundo. Era blanco. Todo nevado. Además, los domos del observatorio astronómico también eran blancos y parecían iglúes. Era una Antártida con un único pingüino (yo).

Me dirigí a una pequeña torre Eiffel que tienen aquí los praguenses. Estos tipos no se privan de nada.

La torre sólo es visitable en sábado y domingo, igual que un pequeño pabellón muy romántico que resultó ser un laberinto.

Toda esta zona era un poco Monte Igueldo donostiarra, por el rollito decimonónico que lleva.

Encontre una bomba de agua, para uso de fuente, supongo, pero gigantesca, debía subir el agua desde el Averno, o aún desde más abajo. ¡Qué barbaridad!

La noche fue extendiendo su manto púrpura... pero púrpura helado, por lo qve opté por una retirada estratégica, so pena de convertirme en el primo del Yeti.

Descendí en el funicular, con el viaje amenizado por los alaridos infantiles de unas familias persas que hablaban francés. Los alaridos aumentaban a medida qve los niños se iban descongelando. Al llegar abajo ya se habían descongelado del todo, porque aparte de gritar también se agitaban como poseídos por el espíritu de S. Vito. Dudé si buscar un exorcista, pero como no se cómo se dice en checo, opté por huir hacia mi santuario, que no es otro que el tranvía número....9

Creo que a éste tranvía le voy a a escribir un blues.

Y al hotel, que pa luego es tarde!!