viernes, 28 de octubre de 2011

Berlín, Parte siguiente



La cerveza es muy saludable tomada con moderación, pero también en exceso. Sus propiedades diuréticas ya eran conocidas en la antigüedad, por lo que los egipcios inventaron -conjuntamente con la cerveza- los urinarios. Pero no hemos venido aquí a hablar de urinarios, pero si de cerveza.
¡¡Atención, turistas incautos!! Desconfiad de la Berliner weisser. Esta especie de cerveza la sirven en color rojo o verde, porque se mezcla con jarabe de frambuesa (rojo) o de una hierba llamada hepática (verde). Imaginaos una cerveza flojucha de suyo, y mezclada con un producto de estos. Es una horrorosa poción... Probadla, incautos... Igual os convertís en ranas.

Como ya hablábamos de la - por otra parte justificada- mala conciencia institucional que se sufre en Alemania con respecto al asesinato sistemático de judíos en la época de Hitler, hay muy cerquita de la puerta de Branderburgo (a la izqui, siguiendo las tapias de la embajada Americana) un monumento estremecedor: el memorial del holocausto. Solo son bloques de hormigón gris, ordenados metódicamente, impersonales, numerosos, todos distintos... No hace falta comentar nada mas.


lunes, 10 de agosto de 2009

Washington, 4 de Julio

Habíamos llegado a EEUU el día anterior y pensábamos irnos ése mismo día a Pensylvania. Pero como hasta la noche del domingo no teníamos sitio en el hotel pensilvano, tuvimos que optar por quedarnos a dormir viernes y sábado en los alrededores de Washington (En nuestro peculiar dialecto usereño se dice y escribe “Güachinton”. Debe saber el amable lector, que éramos tres y los tres de Usera los expedicionarios que nos embarcamos en éste viaje de conquista al Nuevo Mundo, mismamente como nuevos Pizarros que renuevan las glorias imperiales y etc, etc).

Primera sorpresa: En Güachinton no hay naranjas de Güachinton. Ni de la China.

Como sabéis, queridos niños, el 4 de Julio es la fiesta nacional Americana por excelencia (Independence Day), y como también sabéis, lo celebran con multitudinarios desfiles callejeros en todas y cada una de las ciudades de USA.


Siendo Güachinton la capital del Imperio, imáginábamos que veríamos un desfile modelo Plaza Roja de Moscú en los buenos tiempos o, al menos del tipo “Allons enfants de la patrie..” 14 de Julio en París. Así que ya que estábamos aquí ¿por qué no ir y verlo para contarlo?

Bien. Como nuestro hotel estaba en las afueras lejanas de Güachinton, cerca del Aeropuerto (algo así como Parla, pero en Güachinton), consideramos la posibilidad de coger un autobús o algún medio de transporte público que nos permitiera llegar a una ciudad probablemente sometida a severas restricciones de tráfico. Pero el sentido común no siempre prevalece en los actos humanos, así que, ¡¡ale!! como chulos madrileños (y de Usera) que somos, escalamos hasta la cabina de nuestro gigantesco Ford Edge 4X4 y dirigidos por un GPS made in China, con el mapa de USA obtenido por medios no del todo lícitos, pusimos rumbo al centro de Güachinton.

Con semejante mole automovilística, más que conducir, se navega y, así viento en popa sorteamos dos o tres entradas cortadas (con autobuses atravesados, que aquí no se andan con chiquitas) y puesto que deliberadamente ignorábamos las indicaciones del GPS, no es sorprendente que llegáramos con éxito al centro de esta ciudad, ombligo del mundo.

Segunda sorpresa: Es posible aparcar un Ford de tropecientos metros de eslora el 4 de Julio a las 10 de la mañana a 300 m de la Casa Blanca y en plena calle, sin que te rodeen numerosos individuos con gafas de sol y vestidos de negro y sin que la grúa haga ninguno de sus trucos de presdigitación (Voilà!... y desapareció. Pues no desapareció).

De todas formas, para desentrañar si se podía legalmente o no aparcar dónde queríamos, tuvimos que pedir ayuda a un homeless, que pasaba por allí. Tras pedirnos amablemente 50 Centavos, nos explicó el complejo sistema que rige el aparcamiento en la ciudad.

No nos enteramos de nada.

Bueno, pues ya que estábamos ahí, ¿cómo no ir a presentar nuestros respetos a Mr. Obama Caesar Imperator Mundii?. Así pues, y desplazándonos sobre nuestros propios pies, peregrinamos hacia la Casa Blanca, que como todo el Mundo sabe, es el faro que ilumina el mundo con la luz de la Democracia y el Libre Comercio.

Tercera sorpresa: Para evitar multas, los coches oficiales colocan una tarjeta de autorización por dentro del parabrisas que identifica a que organismo pertenecen. Para nuestra estupefacción, muy cerca de la Casa Blanca encontramos aparcado un deportivo negro en cuya tarjeta ponía “Servicio Secreto”.

Y no es coña. Para ellos el viejo chiste no vale:

  • ¿Es ahí la Policía Secreta?

  • Lo siento, no se lo puedo decir, poque si se lo digo deja de ser secreta.

Seguimos caminando por los alrededores de la White House. Aparte de turistas de todo pelaje y demás elementos de la fauna -y flora- local, encontramos personajes característicos de América, como el barbudo hombre-anuncio veterano de Irak, que pedía proceso y cárcel para Bush, o los policías que nos hacían circular para que no nos apelotonáramos en la acera haciéndonos fotos e interrupiendo el tráfico peatonal. Lo gracioso es que estos policías movían vigorosamente las manos y los brazos y nos gritaban como si estuvieran espantando gallinas. Realmente, su trabajo es más como de pastores de borregos que de policías.

Resultó que Mr. Obama no recibía sin cita prevía y como se nos había olvidado pedirla junto con los donuts, pues nos dirigimos a ver el desfile.
El desfile transcurre por esa calle larga que hay en Güasinton, por el lado del parque lineal ese en el que hay un obelisco grande y en cuyo estanque se metía Forrest Gump (creo que a cazar renacuajos albinos). Supongo que dicha calle o avenida tiene un nombre y creo recordar rebuscando en mi memoria que se llama Pensylvania Ave. Si acaso se llamara -o llamase- de otra manera, les ruego me disculpen.

Llegados a dicha Ave (que viene de Avenue, no de Avecrem, ni de Avestruz) encontramos a ambos lados apostados o acampados a un montón de madrugadores. Debían ser las 11:45 o así. Los más preparados (la mayoría) estaban equipados con su silla de tijera, gorra en la cabeza, nevera provista de hielos al costado, hot-dog en una mano y una o varias banderas americanas en la otra. Otros menos previsores, se sentaban en el bordillo o en la hierba de la acera, pero eso sí, todos iban con su mochila con las provisiones de boca, que los americanos siempre salen de casa preparados por si les sorprende un terremoto, un tsunami o aterriza una nave alienígena con perversas intenciones.

Vendedores callejeros no faltaban en el jolgorio. Parecían las aceras un mercado persa o un zoco marroquí. Además del muestrario de razas y ropas más o menos folclóricos (Africanos con bubis, Indias con saris, sijs con sus turbantes y sus barbas....) podías encontrar vendedores clandestinos de agua (embotellada, claro), carritos de perritos calientes, kebabs, tacos o cualquier cosa mas o menos comestible que imaginarse pueda (a excepción, por supuesto, de cosas como pinchos de tortilla o bocatas de lomo con pimientos).

Pero los vendedores mas característicos eran los de banderitas americanas. ¡¡A dólar, señora!! ¡¡A dólar, caballero!!

Curiosamente vimos una niña de unos 8 años que vendía banderitas que -apreciablemente- había hecho ella misma y se anunciaba con un folio por delante y otro por detrás sujetos con imperdibles a la camiseta. En el cartel ponían con letra infantil “American flag, 50 c”, probablemente para conocimiento de los sordos, puesto que la niña feroz también lo gritaba a los cuatro vientos con su vocecita chillona. Probablemente era la primera vez en su vida que podía gritar todo lo que la diera la gana sin que la regañaran. Y bien que lo aprovechó.

La cosa era que el desfile no empezaba, pero a nosotros nos daba igual, porque realmente la gente que estaba esperando para verlo era -en sí misma- el espectáculo... Las pintas que llevaban... en fín, es que los usereños somos muy catetos y todo nos llama la atención.

Nos asombró especialmente un tipo dando saltos con una pancarta unipersonal en la que ponía “La biblia es verdad”. Bueno, yo no voy a decir ni que si, ni que no... pero tampoco es como para ponerse a dar saltos, hombre.

Bueno, pues comenzó el desfile... y comenzó como esperábamos, con la policia local en formación, sobre sus Harley, llevando cada uno una bandera y la gente aplaudía, silbaba y mostraba su regocijo de cualquier manera. Después pasaron desfilando una compañía de soldados de tierra, de aire, de marines (a los que la gente apaudía y jaleaba de manera similar a como se hace aquí con la legión, si bien carecían de la preceptiva cabra) y unos marineros a los que la gente no hacía mucho caso.

Y hasta aquí llegó la presencia militar en el desfile del día de la Independencia de la capital del Imperio. Y a partir de aquí... el despiporre.

El club de amistad Chino-americano desfilaba haciendo virguerías con unos abanicos, al estilo de Locomía, pero con moño y quimono. Los veteranos de alguna guerra, saludaban a la muchedumbre desde un rebaño de Mustangs descapotables. Unos payasos hacían propiamente payasadas con un coche de bomberos antiguo. Una pandilla de superhéroes mendicantes (lo digo por lo cutremente que iban ataviados, especialmente el Capitán América, que parecía el Sargento Albóndiga ), saludaban a la muchedumbre. Los Masones de Washington (Aquí las sociedades secretas y la policía secreta no son tan secretas), la Asociación de Mujeres tamborileras, una especie de indios amazónicos con plumas y todo que hacían danzas tribales. Otros nativos de América del Sur que bailaban de una manera muy extraña, pero que al mismo tiempo nos quería sonar (resultaron ser Bolivianos de Sta. Cruz) Todo eso trufado y entreverado con la aparición de las diversas bandas musicales de multitud de High School precedidas por las animadoras y majorettes haciendo cabriolas y volteretas. Miles de High School pasaron por allí. Unos tocaban peor otras bailaban mejor, pero le ponían empeño.

Y para cerrar el espectáculo, un De Lorean verdadero en carne mortal (el coche de Regreso al futuro) seguido, como traca final, de. los Hare Krisna (krisna hare) que llevaban un carro gigantesco con toldos de colores, que iba arrastrado por un numeroso grupo de fieles que tiraban de una gruesa maroma, cual si seriesen bueyes sagrados. Los bonzos vestidos de color azafrán iban muy ricamente sentados en el pescante saludando a la muchedumbre a la manera del Papa. Uno de ellos, muy gordo, parecía Naranjito reencarnado. Probablemente lo fuera.

Una vez visto esto, huímos despavoridos hacia el Smithsonian, no sin antes esquivar un tren compuesto por un tipo montado en un seegway que remolcaba cuatro cochecitos con niños y niñas de no más de 2 años. Eso sí, todos llevaban casco.


En cuanto al Smithsonian del Aire y del Espacio merece la pena visitarlo. Es gratis. Estaba lleno a tope, pues parece que los guachintonianos y visitantes en cuanto nos cansamos del desfile nos vamos para masivamente hacia allá.

Hay un Mac Donald dentro, y allí comimos pues estábamos extenuados después de tantas emociones. Y como yo también lo estoy de tanto escribir, finalizaremos esta entrada, por el momento, aunque, como conclusión, puedo decir que m, gustó el espíritu del desfile.


martes, 14 de octubre de 2008

Berlín 29 de mayo a 1 de Junio de 2008


Alemania empieza en el Aeropuerto de Málaga. Todos los letreros de este aeropuerto están en español, inglés... y alemán. Hasta aquí ha extendido sus tentáculos el nuevo imperio Alemán, en forma de jubilados y turistas. Nada que objetar, por el momento...


En este aeropuerto, para entretenimiento de los viajeros que esperan, hay una pecera con fumadores dentro, suspendidos, ingrávidos en el denso humo. A veces salen a fuera, a respirar. Está prohibido pescarlos, y si los pescas, tienes que devolverlos al humo.

El vuelo en Easy Jet, es de bajo coste, pero alto enlatamiento. Es muy recomendable para viajeros que echan de menos el metro o el autobús en horas puntas, así que cuando aterrizas, estás en la mejor predisposición para mirar con simpatía el país que te recibe. ¡Cualquier cosa por huir del avión y recuperar el juego en las articulaciones! Prefiero no pensar lo que será viajar en patera.

La toma de contacto con "el país extranjero" fué un poco.. peculiar. El taxista que tenía que esperarnos, llegó 20 minutos tarde y en la recepción del hotel no hablaban más que alemán, porque el que hablaba inglés ya se había ido a casa...
De primeras, Alemania se nos va pareciendo un poco mucho a España, ¿no? Menos mal que el taxista tenía pinta de vikingo y no iba escuchando la COPE.

Pero, con buena voluntad y mediante el universal lenguaje de signos y jeroglíficos no egipcios nos entendimos unos con otros y pudimos tomar posesión de la habitación e incluso dormir.

Lamentablemente, los alemanes deben ser una especie madrugadora por naturaleza (como las avecillas canoras), por lo que el hotel carecía de persianas u otro tipo de protecciones contra los rayos del sol. Obligados por las circunstancias -mas en contra de nuestra propia voluntad-, nos arrojamos de la cama y nos entregamos a un festín de desayuno transcontinental.

Lo malo de estos desayunos pantagruélicos, es que impiden prácticamente toda movilidad al menos hasta la hora de la comida, pero - violentando de nuevo nuestro albedrío- nos dirigimos a conocer la ciudad.

Cogimos el metro (hay unos bono-transporte de uso diario muy convenientes) y ¡ale, ale! a correr por el mundo adelante.

Llegamos hasta la Nordbanhoff, pues parece que ver el casi inexistente muro de Berín es algo así como obligatorio. A mí me parece que donde mejor está ése muro es sepultado en la recóndita memoria colectiva, junto con los nazis, la Inquisición y otros subproductos de la mente alemana y europea.

Un muro, es un muro y sirve -mayormente- para que no puedas ver lo que hay detrás o para que no vayas más allá (o no vengan otros más pacá). Un asco, vamos. También sirve para hacer pintadas, pegar carteles y mear.

Pero todo pasa en esta vida, como el sarampión e incluso el muro y habíamos venido para ver-Ber-lín.

Berlín es muy moderna y muy imperial. Por lo visto, después de la reunificación estaba hecha una mierdecilla, pero la verdad es que ahora goza de muy buena salud.

Comenzamos nuestro paseo cerca del pirulí, es decir, la torre de la televisión. Aquí es una bola pinchada en una aguja un tanto infinita. Es dificil meterla entera dentro de una foto, así que -pa chulo, yo- la he metido junto con el ayuntamiento, que es más bien rojo y de ladrillo.

En nuestro papel de turistas, iniciamos nuestro deambular con el mapa en la mano, talmente como si anduviéramos tras la búsqueda del tesoro.

Ibamos absortos en nuestro mapa que no mirábamos donde pisábamos, por o que una anciana nos advirtió que no pisáramos unas lápidas que había en el suelo con un nombre y una fecha: Recordatorios de judíos asesinados o desaparecidos en el campo... Estas lápidas se podían encontrar en todo Berlín. En el suelo, en las paredes...

Unter den Linden es la avenida principal de la ciudad, algo así como la Gran Vía.. pero en grande e imperial. Vamos que no es como nada de Madrid., no nos engañemos. Tampoco se engañe usted, Sr. Gallardón.
Unter den Linden, significa "Bajo los tilos". Yo no vi ninguno, pero tampoco me fijé mucho en los árboles, porque había otras cosas que mirar.

Los "muñequitos" de los semáforos de Berlín -rojos y verdes- se han convertido en un icono de la ciudad. Son muy peculiares. Los hay en camisetas, llaveros... etc.

En Alemania se inventó el ecologismo, o al menos, muchos ecologistas son alemanes (y la viceversa). Hay taxis de tracción humana, la versión germánica en aluminio y fibra de carbono de los ricksaws de la India. En el centro de Berlín no hay muchas cuestas.

También hay coches de caballos. como en Córdoba.
Un detalle curioso: Los coches de caballos de Berlín no contaminan, porque las cagadas equinas son recogidas por un adminí-culo ad hoc (que es como una rampa que está situada en la vertical del culo del caballo y que guía con eficacia tal resíduo sólido hasta el interior de un depósito, donde queda recogido)

Realmente, pasear bajo los tilos (¿los aniquilarían los bombardeos de la guerra, o los utilizaron los berlineses para calentarse en los fríos inviernos de la posguerra?) es impresionante. En esta avenida está la Opera, el museo de historia... hasta los institutos de bachillerato son monumentales en esta avenida.

Como Berlín fué dividido por los que ganaron la guerra (incluidos los franceses, aunque a ellos "se la ganaron" pues estaban muy ocupados bebiendo agua de Vichy), pues la dividieron en cuatro zonas: Británica, francesa, Norteamericana y Soviética. Por esa razón, las embajadas de estos países son un tanto excesivas. La Británica es un ejemplo, con una bandera descomunal que proyecta su sombra sobre los viandantes como las alas de un murciélago....

Cerca ya está el hotel Adlon, que suena a película de nazis y de espías en ropa interior (No me refiero a James Bond en gayumbos). Todavía sigue siendo un antro de reunión y conspiraciones malignas de influyentes personajes, a juzgar por el pelo de los vehiculillos que aparcaban en la puerta (de Bentley pa'arriba) y las masas policiacas desplegadas en su alrededor.

Acabaremos llegando a la puerta de Brandenburgo, que está a un paso. Pero eso lo dejaremos para mas tarde, primero habrá que beber una cervecita.

lunes, 19 de noviembre de 2007

Praga, 16/11/07

Hoy ha sido dia consumista. Puesto que Pilar se ha ido de excursion con Theachers looking for Znojmo , yo he andado todo el dia como una rata callejera.

Me baje en el 5 (pero pongo una foto del 9) hasta la plaza de la Republica (tanto rey y tanto imperio para acabar siendo una republica. Pero bueno. Otros ya quisieran)

Mi intencion era ver unos grandes almacenes muy iluminados, que resulto ser un Shopping Center impresionante, tanto por el tipo de tiendas como por el aspecto y las dimensiones.

Me fui de alli cagando leches, total, todo lo que habia alli esta en todas partes del mundo. No olvidemos que no soy Viky Beckam, ni Paris Hilton, ni Anita la terrible.

En mi precipitada huida perdi un guante que amablemente me trajo un perro tuerto. Otros pierden la cabeza y no se la trae nadie.

Andando andando, llegué a una gran biblioteca. Curioso.

Habían hecho una columna de libros con una gran ranura. Supongo que será una alegoría del parto de la sabiduría -que está en los libros- Impresionante lo grande que era la biblioteca, lo cuidada que estaba y lo exquisito del silencio.

Me dirigi hacia la zona turistica.

Pasé por debajo de un individuo agarrado a una viga. Esperé por ver si ya estaba maduro y caía. En vano, pues era una estatua. Moderna, al parecer.

Me encontré con un señor español perdido, que me preguntó como se iba al puente de Carlos. Creo que le dí mal las indicaciones, pero no estoy seguro. Pobre. Lo habrá absorbido el vórtice de Praga y permanecerá girando en él por toda la eternidad..

LLegué al reloj astronomico. Bajo el se hallaba congregada una multitud papando moscas (esto es, mirando para arriba con la boca abierta) A Dios gracias, no hay moscas en Praga en esta epoca del año.

De repente, dieron las 10. El unico que se sorprendio fui yo, que pense que era tarde. La gente empezo a hacer fotos como energumenos y a gorgear regocijados.

Resulta que a las en punto, se asoman personajes (de madera) por una ventanitas ad hoc que se abren por arriba del reloj. Creo que estaba Don Quijote, o al menos se lo parecia. Bueno, Don Quijote no sería, pues creo que no era uno de los 12 apóstoles.

Vaya! Asi que eso era lo que esperaba la gente... Mas vale llegar a tiempo que esperar dos años (una hora en este caso).

Huí de la masa enardecida por las grandes hazañas de la mecanica que habian presenciado y como me sentia debil y aterido (aterecido por la relente, vamos) me meti en un garito algo peculiar.

Peculiar sería, pero me tome un grog (bebida de piratas y marinos britanicos, que viene a ser lo mismo) que se caga la perra, vamos que me puso las pilas al momento. Asi conquisto Inglaterra los mares: a base del Grog y el latigo de siete colas.

Con intenciones menos imperialistas que la muy pérfida Albión, me fui al TESCO. Alli encontre lo que buscaba. ¡Si es que no hay nada como un cortingles, coño!.

Tambien entré en otra libreria. En Prga las hay a patadas.

Que pena no saber checo. Que pena no saber todos los idiomas del mundo

Animado por los exitos (y el grog, claro...) "Rule Britannia over the seas..." Cantaba yo mientras navega -con 100 cañones por Banda- por la Vaclavska, en direcion al museo, pues a su vera sale la calle en la que deberia estar Radio Praga.

Siguiendo los ruegos de mi hermano, me dirigia yo a la sede de la emisora que escuchabamos por onda corta cuando eramos adolescentes y no existia internet (de esto viene nuestro particular cariño y conocimiento por esta ciudad y este pais).

Bueno pues el numero 12 estaba cerrado al publico porque estaban reformando completamente el edificio.

Esta zona, es de oficinas y no de turisteo, asi que decidi comer por aqui. El restaurante era guapo y me trataron bien.


Luego, pasee hasta el nueve y que me llevo al hotel, a escribir mis blogs atrasados, aprovechando que tenia libre el ordenador [;)] .

A eso de las seis, salí, a ver si hacía unas fotos nocturnas. El primer tranvía que llegó, era el ...9


La verdad es que me pegué una caminata de órdago, pues anduve por todas partes. El centro, Malal Strana, Josefov ...

He
descubierto que el río tiene más tráfico de noche que día.

Navegaban grandes barcos restaurante dando románticos paseos al son de orquestas.

Hay al menos uno de ellos el "Vysherad" que funciona con ruedas de paletas laterales.

Praga, un viernes por la noche, esta lleno de restau
rantes con mesas adornadas con velitas. Y con parejas cenando. Muy enamorados todos. Muy romántico todo.

No vayas a Praga sin pareja o te deprimirás terriblemente.
Creo que ya no es París la citè de l'amour

Yo, como tenia a Pilar en la excursión de Teachers looking for Znjomo, me sentía sólo y depauperado, así que opté por llevarme a mí mismo al hotel y comprarme la cena por el camino.

Tal era mi desazón que cogí el 5, pero antes me tome la ultima supercerveza checa en un garito -sin parejitas haciéndose arrumacos, por supuesto- para despedirme de esta ciudad.

Adios! Praga Adios!, volveremos... Pero esta vez con María, que se ha quedado con las ganas...


viernes, 16 de noviembre de 2007

Praga, 15-11-07

Aterricé en la Vaclav saltando desde la plataforma del nueve. Neviscaba y hacía mucho frío. Yo quería comprar una cámara checa que había visto días antes. Como era pronto y aun no habían sacado a los turistas a pastar me confvndí entre los praguenses que iban a svs cosas.

Con ésta cobertura, logré encontrar la callecita y la tienda. Toda la vida detrás de una cámara de éstas y la voy a encontrar cuando la digitalídad nos ha invadido. No importa, es barata y es pa mí pa siempre.

Como hoy quiero deambular por Vyserad y Novo Mesto, me voy a Mala Strana, que está al otro lado del río. Esto, que parece absurdo, resulta que lo es. O igual no, si te importa tanto como el destino, el recorrido. Así que voy río arriba por Smichov (primero por calles secundarias luego por la orilla del río).

En Praga todavían quedan funcionando los legendarios Skoda 120 y 105. La verdad es que eran unos vehículos muy robustos.

Como el Valtava es un río como Dios manda, resulta que hay unas esclusas para el tránsito de barcos, con una torre de control y todo. Lo que no parecía es que hubiera mucho tráfico fluvial. ¡mejor para los peces!

Al otro lado del río (Novo Mesto) se veía un edificio muy peculiar: the dancing building. A mi me parece mas bien una casa con faldas (y a lo loco). Es la muestra de arquitectura de vanguardia que hace viva una ciudad. ¡No va a ser todo antiguo, coño! Había unos tíos limpiando los cristales colgados de cuerdas, talmente parecía que estuvieran escalando las cascadas heladas del Eiger.

Como crucé el río nadando -ni de coña- decidí que tenía que encontrar un café para entrar en calor. En una calle de esas, encontré un minicafé (realmente era como el salón de mi casa). El café servía tambien como mini galería de arte. Pedí un té. El camarero -que no obstante era muy alto- me sacó una especie de bandeja compartimentada con muchísimas clases diferentes de té. Qué curioso, en España, si te dan a elegir entre dos clases, te puedes dar con un canto en los dientes.

Una vez que mis orejas dejaron de vibrar y de resplandecer en rojo ígneo, abandoné el mini-café, en dirección Vysherad.

Andando, llegué al jardín botánico. Es pequeño, comparado con el de Madrid, pero tiene una enorme vitalídad. Había un montón de gente trabajando la tierra, colocando protecciones...los mecanicos del jardin botanico, vamos. Un caos, pero con fundamento.

Siguiendo los carteles callejeros y orientãndome por las estrellas, ya qve el sol no se veía por las muchas y espesas nubes y se me habia perdido la brujula mientras nadaba en el rio, llegué a Vysherad. Resulta que el tal lugar resulta ser un baluarte o fortaleza con iglesias dentro. Bueno, y monasterios, un cementerio - para que todo quede en casa- y muchos parques y caminos.

Para llegar hasta la fortaleza hay que subir una cuesta de las de las mozas de Villalpando. Es lógico (lo de las cuestas empinadas, no lo de las mozas villalpandensis), en caso de ataque. Cuanto mas cansado lleque el enemigo, pues mejor. Así que ale! a poner cuestas defensivas, para que los malos lleguen ya medio muertos y asi ahorrar en balas (esto parece un comentario propio del bravo soldado Schweij... o de Gila).

Por la muralla se puede circunvalar -que no circuncidar- la fortaleza. La altura con respecto al entorno es fantástica y ves -cual diablo Cojuelo- los tejados de Praga, y ademas dominas una gran parte del río. La iglesia gótica es espectacular por dentro. Está toda pintada polícroma y dorada. En el frontal hay mosaicos de colores muy vivos.

El cementerio es muy decimonónico. Parece un poco el jardín de Drácula, pero está mvy cuidado y en uso (estaban cavando una tumba). Aqui está la tumba de Dvorak.

Cantando las loas a Vysherad (marco incomparable de sin par encrucijada de razas y vademecum sin igual de crisoles recalcitrantes y caminos resbaladizos) convencí a Pilar para que aprovechando un hueco libre que tenian en el curso euro-peo, dieran un salto cuantico hasta aqui. Con la ayuda de dos tranvias lo hicieron posible -naturalmente el 9 era uno de ellos, y de todos es sabido que viaja a la velocidad de la luz- y anduvimos a ritmo de legionario por el baluarte. (A destacar que no ibamos cantando «soy el novio de la muerte...» ni nada de eso, si no que lo recorrimos a gran velocidad, ya que el tiempo que tenian era poco y no nos quedaba ni para cantar canciones populares).

Hay unas curiosas microiglesias romanicas en Praga, que se llaman «rotondas» pues son de planta redonda, con un pequeño abside, y a parte del cura y el monaguillo no creo que quepa mucha mas gente. Igual alguna beata que no sea muy gorda, pero no mas. Da la sensacion de que los checos no eran ni aun en la atiguedad cristianos muy practicantes, y de ahi tanta herejia y tanto mandar a los obispos a hacer puenting en el Karluv Most. Pero igual es una muestra mas de su inteligencia.. Bueno, pues la rotonda de Vysherad es muy bucolica y pastoril, pues esta en un parque de fresca y jugosa hierba en la que solo triscaba un gato atigrado y gooordo.

Visherad es en si mismo un gran parque amurallado, con algunos edificios dispersos.

Circundando (insisto, no circuncidando) el baluarte, tambien se alcanza a ver la Praga no historica: la zona industrial de la otra ribera, barriadas obreras, la chimenea de una central termica... Pero tambien se ve desde aqui la ciudad vieja, el castillo... Lo moderno y lo antiguo, la ciudad que late y las piedras muertas (pero poco)..

Si Vysherad representa la esencia de Praga, el amor lo representa la foto que hice sobre la muralla. Creo que, de mayores a todos nos gustaria ser como ellos, aunque no sea en Praga.

Corriendo, corriendo, huimos de Vysherad como un ejercito en retirada. Cuesta abajo, es mas facil ser cobarde que cuesta arriba, creo. Y repito mis alabanzas al los tranvias de Praga: El Intereuropean Teachers Group (fraccion independiente) llego a tiempo a su reunion y todo.

Yo, tenia que comer. Entre en un restaurante de barrio con bastante buena pinta. Comi «delicias moravas» que es un plato a base de diversas carnes de cerdo. Lo curioso es que entre la guarnicion, sobre la salsa, te colocan una rebanadas de pan poco cocido, que vas cortando con el cuchillo y mojando. Esta bueno. Probe tambien el vino moravo tinto. Oscuro rubi y fuerte, pero me da la impresion de que le deben añadir algo de azucar o melaza para la fermentacion. Ya me enterare. En resumen, Bien.

La noche anterior, estuvimos con el grupo docente internacional (belga, austrico, britanico, turco, griego y español y tambien etruscogodosefardi) en el cafe del hotel Universal. Es un cafe decorado en estilo Art Noveau, muy año 1900. Por lo visto es una «especie protegida» por la UNESCO. Se dice que la decoracion del Titanic, tuvo a este cafe como modelo.

Habia piano en directo. Tocaba un señor con pinta de gentleman, temas clasicos, valses... En la mesa de al lado teniamos una especie de excentrico personaje, un santon melenudo, pelo y barba blancos, vestido de negro (de color negro) que no dejaba de incordiarnos en un idioma incomprensible mientras Bebia vino. Creemos que queria ser ingles, pero no estamos nuy seguros.

Cuando el pianista se retiro a descansar, el sujeto incomprensible se sento al piano y empezo a tocar rythm n blues. Bueno, el borracho este... Ahora es cuando le sacan los camareros a tomar el fresco...

Pues mira, no lo hacr mal... Era bueno el tio. Ahora, mas que un santon ya me parecia el Dr. John.

Resulta que era tambien de la casa. Tienen dos pianistas. Vaya por Dios.

Eso si, el tio tenia pinta de borracho y ademas, lo era. De todas formas, los músicos de blues, suelen tener detras una historia....o mas.

Volvimos al hotel en el 9, por si alguien lo dudaba.