miércoles, 14 de noviembre de 2007

Praga 13/11/07




13/11/07

Martes (y trece). Conviene que hoy no me case ni me embarque. He vuelto a coger el 9, y he cruzado el río al final de Narodna. Esta zona es Mala Strana. Busqué y encontré una tienda de partituras de 2' mano, para hacer un encargo, y luego seguí paseando por Ujezd. Me gusta esa calle con el cerro a un lado. Hay un monumento a las victimas de los totalitarismos. Se trata de una secuencia de figuras humanas cada vez más diluidas -o sea, deshumanizadas-. Resultaba sobrecogedor, entre el frío y la lluvia. Más adelante, , encontré una señal de tráfico muy peculiar [:)]. Al final de la calle hay una plaza y me metí hacia la orilla del río. La calle era muy pintoresca (curiosa palabra, que no tengo muy claro que significa, pero que se usa siempre para decir que era una calle muy agradable de ver y que era la imagen de lo que uno esperaba encontrar por allí). Adelantando esta calle, había un muro largo, con una puerta. Era la cerca de un hermoso parque. Asomé el morro, hice una foto, y me fuí, porque estaba todo chorreando, claro. Lo fui siguiendo hacia el puente de Cechuv. Como se ve, huyo como de la peste del puente de Carlos. Llovía y llovía y el único alienígena que paseaba por el borde del río era yo. A mi espalda se veía el curioso „metrónomo" de Praga. Está en lo alto de un cerro.

Decidí subir, aunque lo zigzagueante del sendero indicaba qve la cuesta era cojonvda. Lo era. Y pensar que por esa zona se hacen excursiones en bici (!).

Arriba, hay un parque. El camino me llevó hasta un pabellón, que resultó ser.-como no- un restaurante. Dada la altura, había una buena vista. Hice una panorámica de Praga. No seguía lloviendo, nevaba.

Me encaminé hacia el metrónomo de marras.

Es una aguja roja que oscila, pero... muy grande. Lo ha fabricado la CKD, que es quien hace los tranvías. Está montado en lo alto de un talud con grandes escaleras en los lados.

Por los grafitti y la mierda acumulada... debe ser un botellódromo y un centro de skate y macarreo. Mi olfato usereño (Usera, Madrid, crisol de razas, macarreo inverecundo) no me engaña en estas cosas... Claro que como nevaba, era yo el único mangui que había por allí. También había una ardilla que se andaba por las ramas en el sentido estricto.

Como Mahoma, bajé de la montaña. Crucé el puente.

Aquí ya había hoteles caros, tipo hotel caro sin encanto y tiendas para que Vicky Beckam pueda visitar Praga y tal. Callejeé. Volví a huir de los grupos de turistas que asediaban las sinagogas y otros sinónimos, seguí paseando y buscando dónde mear (cosa muy importante). Erráticamente, llegué al centro.

Entré en una cervecería que quedaba en la zona de la iglesia que está sepultada por las casas a su alrededor (Matka bozi Tynem)

Me tomé una cerveza de las de a 1/2 l y escribí esto, luego comí.

Una vez reposado, decidí comprarme un sombrero, pves -¡vive Dios!- que con estos fríos praguenses se me congela mi despoblado cráneo. Así que como gran fan del transporte público checo, decidí coger el metro. Bueno, para dos paradas y un transbordo...

Lo cogí en Mustek y me bajé en Pavlova, volví andando por detrás del museo Nacional. En Vaclavsk Namesti (que es el bulevar de delante del museo) encontré una enorme librería. Parece que era una antigua galería comercial transformada en librería. Era fantástica. Incluso había libros en español.

No compré ninguno, porque no me dio la gana.

Lo qve si me compré en una tienda de al lado fue una gorra de lana. Parezco mi abuelo, pero ya no voy descapotable.

Como ya estaba cansado y hacía frío, me fui a la Jidrinska y cogí el 9... Y a casa.


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